La relajación
………..“Observo en la cara de los personase una mirada perdida, demasiada tensión en su rostro, frente, entrecejo, mejillas y cuello, contraídos, y eso solamente en esta parte de su cuerpo mostrada”………..
Ese es nuestro estado habitual, totalmente estresado, con tensión en todo nuestro cuerpo, encorvados, cabizbajos, miembros superiores e inferiores en permanente tensión, como en permanente defensa ante un inesperado ataque inexistente, rígidos, muy rígidos.
Con nuestro ritmo de vida, el estrés tiene una gran relación con enfermedades de tipo crónico como son las cardiopatías, accidentes cardiovasculares, etc., e incide dando lugar a otras patologías como son la ansiedad y la depresión.
Producto de este, nuestro estado habitual y cotidiano, mantenemos un ritmo cardiaco acelerado, presión arterial alta y una frecuencia respiratoria elevada, desencadenando bajo nivel inmunológico por el elevado nivel de tensión y estrés diario de nuestras vidas.
Todo lo contrario es la relajación, es tan sencillo como invertir el proceso, lo contrario de cómo habitualmente nos encontramos, siendo consciente de todo lo que sucede en nuestro cuerpo, en nuestro interior, se invierte el proceso. Relajamos nuestro cuerpo, relajamos todas nuestras articulaciones, nuestra musculatura, nos fijamos donde existe tensión y sencillamente relajamos. Producto de está relajación nos encontramos con una baja del ritmo cardiaco, una bajada de la presión arterial, un descenso de la frecuencia respiratoria y por consiguiente un aumento de nuestro sistema inmunológico.
Algo tan sencillo como ir de “atrás hacia adelante”.
Por Achir Raja – Pedro Tenorio